Más
de 400 personas entre estudiantes, productores y profesionales agropecuarios y
forestales participaron el pasado jueves 2 de julio de la Jornada de Campo
organizada en el Campo Anexo Manuel Belgrano del INTA en San Antonio, en el
noreste de Misiones. Las actividades se extendieron de las ocho y media de la
mañana hasta las tres de la tarde, concluyendo justo antes que comenzara a
llover. Gracias al acompañamiento del clima y una excelente organización, los
visitantes pudieron recorrer sin dificultades las distintas paradas temáticas
en las que se desarrollaron los contenidos.
Los
asistentes llegaron desde distintos lugares de la provincia y se organizaron en
cuatro grupos que iban en forma rotativa recorriendo las distintas temáticas.
La ocasión sirvió para que muchos conozcan en forma directa las instalaciones
de este valioso Campo Anexo con el que cuenta el INTA, la mayor parte ocupado
por bosques nativos y plantaciones de araucaria. El ingeniero René Dehle,
director de la Estación Experimental Agropecuaria Montecarlo y responsable de
la coordinación general de la jornada, manifestó su satisfacción por el desarrollo que tuvo la jornada y adelantó la
posibilidad de realizar más actividades de este tipo en un futuro próximo.
Un Campo con una rica historia
Una
de las paradas temáticas estuvo dedicada a la historia del propio Campo Anexo.
Allí los ingenieros Luis Marmelicz y Roberto Fernández, ex-directores de la
Estación Experimental Agropecuaria Montecarlo, presentaron la rica historia que
tiene este predio tanto desde el punto de vista ambiental como forestal. En
este sentido recordaron que en 1946 el Estado Nacional inició actividades de
plantación de araucarias en este espacio con el fin de contrarrestar la
devastación que sufrían los rodales nativos de esta valiosa especie forestal.
Entre 1976 y 1991 el campo estuvo bajo administración del ex Instituto Forestal
Nacional (IFONA). A partir del año 1992 pasó a jurisdicción del Centro Regional
Misiones del INTA. Desde entonces se ha iniciado un proceso de fortalecimiento,
especialmente en los últimos doce años, en los que se ha dado un sostenido crecimiento
de la infraestructura, del personal que lleva adelante las actividades en el
mismo, y los programas de investigación y conservación que allí se realizan.
Acto
seguido a la presentación de la historia del Campo, los ingenieros Ector
Belaber y Gustavo Rodriguez, de la EEA Montecarlo, dieron detalles de los
trabajos que se realizan en este predio en el marco del programa de
mejoramiento genético forestal. En este sentido, mostraron cuáles son las
distintas etapas que comprende el mejoramiento forestal, principalmente en
especies del género Pinus, como así
también los distintos logros que se han alcanzado en todos estos años de
trabajo. Presentaron las distintas semillas forestales que se producen desde el
INTA EEA Montecarlo, las cuales cumplen con excelentes condiciones de calidad,
y son puestas a disposición de todo el sector productivo de la región.
Araucarias y Monte Nativo
A través de un
recorrido por un sendero dentro del
monte, los visitantes pudieron conocer dos de las estaciones donde se
presentaron contenidos en relación con los programas de investigación en manejo
sostenible del monte nativo y de plantaciones de araucaria. La primera estuvo a
cargo del ingeniero Martín Pinazo, quien realizó una explicación sintética sobre
la dinámica que tiene la selva misionera para la regeneración de árboles, y lo
que sucede cuando se extraen ejemplares de gran porte de la misma. En este sentido
explicó que una modalidad sencilla de contribuir a la recuperación y el
crecimiento de árboles nativos consiste en quitar lianas y tacuaras en los
lugares donde se han producido “claros”, puesto que la gran densidad con que
proliferan los mismos dificultan fuertemente la regeneración y el crecimiento
de las especies arbóreas.
Asimismo, explicó
que a partir de la sanción de la Ley de Ordenamiento Territorial en Misiones, existe casi un millón de hectáreas en zonas de
monte nativo en las que se puede realizar aprovechamiento productivo sostenible,
pero no se puede cambiar el uso de suelo. En este sentido, avanzar hacia
modalidades sustentables de explotación de la madera constituye una línea de
trabajo en la que hay mucho por hacer todavía. La misma resulta fundamental
para que no se siga produciendo la degradación de la selva misionera, y también
para que los pequeños y medianos productores que tienen monte en sus lotes
encuentren salidas rentables conservando la cobertura arbórea.
Cercano a este
espacio se desarrolló la parada sobre manejo de plantaciones de araucaria y
mejoramiento genético, la especie forestal insignia de la provincia de
Misiones. La misma estuvo a cargo de los ingenieros Cristian Rotundo, María
Elena Gauchat y Ernesto Crechi, quienes explicaron que en el Campo hay
plantaciones Araucaria
angustifolia de diferentes edades, desde los 14 hasta 60 años de edad. Allí
el INTA desarrolla en la actualidad el “Programa de Manejo, Conservación y
Mejoramiento Genético” para esta especie.
Cabe destacar que estos rodales de araucaria que se presentaron tiene un carácter único en nuestro país,
tratándose de un reservorio de una base genética prácticamente extinguida en la
actualidad. En este marco, se presentaron las distintas líneas de investigación
que lleva el INTA para conservar esta especie y desarrollar formas de manejo
sustentable de la misma.
En el Campo
recientemente se han puesto en funcionamiento 22 estanques para la
investigación y producción piscícola.
Esta parada estuvo a cargo del Ingeniero Herman Hennig y el técnico
Javier Waller, quienes explicaron las etapas que comprende la producción de
peces en estanque. También se presentaron los principios generales de la
alimentación de los peces y los resultados que se están obteniendo con la
evaluación de distintas raciones elaboradas en base a productos disponibles en
las chacras misioneras.
Junto con ello se
presentaron métodos de obtención de energía hidráulica aprovechando la fuerza
de los cauces de agua mediante tecnologías relativamente sencillas como los
arietes y las “ruedas de agua”. A partir de las mismas es posible tanto generar
electricidad, que puede ser almacenada en baterías así como producir la fuerza
necesaria para bombear agua a lugares que se encuentran distantes de los arroyos
y vertientes. Cabe destacar que el INTA viene apoyando la implementación de esta
tecnología en distintos lugares rurales de Misiones y gracias a ello numerosas
familias agricultoras han podido acceder en forma regular y segura al
suministro de agua en sus chacras.
Fuente: AER INTA Puerto Rico