La investigadora Florencia
Montagnini sostiene que “los sistemas agroforestales (SAF) cumplen con muchas
de las funciones necesarias para lograr objetivos productivos y de desarrollo
rural, porque los árboles mejoran el microclima, promueven diversificación de
ingresos, acumulan carbono y contribuyen a recuperar suelos y aumentar la
productivida”. La especialista visitó Misiones para exponer en las Jornadas
Forestales y Ambientales de Eldorado, organizado por la Facultad de Ciencias
Forestales de la UNAM y el INTA.
La investigadora científica
Florencia Montagnini, de la Universidad de Yale, de la Escuela Forestal y de
Estudios Ambientales (USA), participó de las Jornadas Forestales y Ambientales
de Eldorado, organizadas por la Facultad de Ciencias Forestales de la UNAM y el
INTA, y la cobertura especial de ArgentinaForestal.com.
Reconocida por sus investigaciones en proyectos agroforestales en
América Latina y en Misiones, la especialista puso en valor en esta oportunidad
la combinación de esos sistemas en plantaciones de yerba mate, donde los
árboles cumplen una función protectora y mejoran la fertilidad del suelo,
presentándose como una herramienta efectiva para incluirlos en Programas de
REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques)
Montagnini expuso en las jornadas técnicas resultados de un
trabajo en el que evalúa el papel de los sistemas agroforestales (SAF) sobre la
adaptación y mitigación (AyM) del cambio climático (CC) y proyectos de
deforestación evitada (REDD+), donde se plantea cómo pueden estos sistemas ser
una herramienta efectiva para proyectos REDD+. “Una ventaja adicional de los
SAF con respecto a la mitigación del cambio climático es que pueden evitar la
deforestación al proveer productos maderables en tierras ya deforestadas,
convirtiéndose en una herramienta importante para los programas de REDD+”,
precisó la investigadora.
En proyectos REDD+, los SAF son frecuentemente implementados en la
periferia de la zona núcleo donde se quiere proteger al bosque, para contribuir
con beneficios nutricionales y productos forestales y agrícolas para las
comunidades del proyecto de desarrollo de que se trate. Por ejemplo, en Brasil
y en Perú varios proyectos REDD+ promueven sistemas agroforestales con especies
perennes como cacao, café, frutales, palmas y otras especies asociadas con
árboles de múltiples usos, en las zonas periféricas para beneficiar a las
comunidades que viven en zonas aledañas a los proyectos.
“Para Misiones, los SAF de yerba mate son una de las opciones a
utilizar en zonas circundantes a los bosques protegidos. Además del valor de
los SAF en proveer beneficios a las comunidades, es necesario señalar su
contribución en la captura de carbono. Para la estimación de captura de
carbonoo por la yerba, se pueden utilizar ecuaciones alométricas para los
arbustos de yerba mate. Sin embargo en Brasil los árboles de yerba mate son
podados de manera diferente que en Argentina, alcanzando mayores tamaños que en
las plantaciones en la Argentina. Sería recomendable desarrollar ecuaciones
alométricas para yerbales de diferentes edades para las situaciones de sitios y
manejo que se dan en la Argentina”, recomendó Montagnini.
Además de pino y araucaria, en Misiones especies nativas
maderables o de otros usos son asociadas a la yerba mate, existiendo
información sobre su productividad y silvicultura. “Con ecuaciones alométricas
se puede estimar valores totales de captura de carbono para sistemas
agroforestales de yerba mate. Con ello se determina el valor de mitigación del
Sistema además de los beneficios económicos y sociales a las comunidades
circundantes al proyecto REDD+”, aseveró.
Agricultura climáticamente inteligente
Los SAF promueven adaptación a la variabilidad climática con la
diversificación propia de estos sistemas, lo cual disminuye los riesgos y da
más flexibilidad para cambiar hacia especies o variedades mejor adaptadas a las
nuevas condiciones. Esos sistemas bien implementados y manejados pueden tener
tasas de acumulación de carbono elevadas, y ser una herramienta efectiva para
proyectos de desarrollo rural. Los SAF con cultivos perennes tienen
mayor potencial para la toma de carbono que los sistemas con cultivos anuales.
“Las tendencias actuales a nivel mundial abren nuevas
oportunidades para los SAF como herramientas de Adaptación y Mitigación de
Cambio Climático, y para su uso en áreas aledañas a bosques protegidos en
proyectos REDD+. Estos sistemas son considerados claves en la transformación de
la agricultura convencional en “Agricultura climáticamente inteligente”, es
decir, una agricultura que aumenta la productividad de manera sostenible, es
resiliente (tiene capacidad de adaptación ante los diferentes impactos
ambientales o antropogénicos), reduce/evita o disminuye los GEI (mitigación) y
a la vez contribuye al logro de metas nacionales de seguridad alimentaria y
desarrollo”, concluyó Montagnini.
Fuente: Diario Misiones Online - 24/05/14